Somos especialistas en el diagnóstico y tratamiento de lesiones y patologías de la rodilla.
Nuestro enfoque abarca desde tratamientos conservadores hasta intervenciones quirúrgicas avanzadas, siempre priorizando el bienestar y la recuperación rápida de nuestros pacientes.
Contamos con una variedad de opciones conservadoras que ayudan a regenerar y fortalecer la articulación en células madre y células mesenquimales y también ácido hialurónico.
Conoce las patologías más recurrentes que hemos atendido.
La artrosis es el desgaste progresivo del cartílago de la articulación. Tratamos esta patología con opciones como infiltraciones y prótesis de rodilla.
El menisco es el amortiguador de la rodilla, y su desgarro provoca dolor e hinchazón. Ofrecemos tratamientos conservadores o cirugía artroscópica.
Es una de las lesiones deportivas más comunes. Realizamos reparaciones quirúrgicas, muchas veces a través de técnicas poco invasivas.
Es el reblandecimiento del cartílago que recubre la rótula Tratamos esta condición con terapias regenerativas, fisioterapia y, en casos graves, cirugía.
La tendinitis rotuliana es una inflamación que afecta al tendón rotuliano. Ofrecemos tratamientos como fisioterapia e infiltraciones para su manejo.
Acumulación de líquido detrás de la rodilla que genera una sensación de presión y dolor. Abordamos este problema mediante drenaje, entre otros.
Conoce las preguntas más recurrentes relacionados con patologías en la rodilla.
Existen varias opciones no quirúrgicas para tratar el dolor de rodilla, dependiendo de la causa. Estas incluyen fisioterapia, infiltraciones con ácido hialurónico o corticoides, tratamientos regenerativos como células madre o plasma rico en plaquetas (PRP), y la utilización de medicamentos antiinflamatorios.
Además, modificaciones en el estilo de vida, como la pérdida de peso y el uso de ortesis, también pueden ayudar a aliviar el dolor sin cirugía.
El tiempo de recuperación varía según el tipo de cirugía. Para procedimientos menos invasivos, como una artroscopia, la recuperación puede llevar entre 2 y 6 semanas.
En el caso de cirugías más complejas, como una prótesis de rodilla, el proceso de rehabilitación puede durar de 3 a 6 meses, dependiendo del estado general del paciente y su adherencia al programa de rehabilitación.
La osteotomía es recomendada en pacientes más jóvenes o activos que sufren de artrosis en una parte de la rodilla, pero que todavía tienen suficiente cartílago sano en el resto de la articulación. Esta técnica realinea el hueso para redistribuir el peso en la rodilla y retrasar la necesidad de una prótesis total. La prótesis de rodilla se recomienda cuando el daño es extenso y afecta toda la articulación.
La artroscopia es un procedimiento mínimamente invasivo que se utiliza para diagnosticar y tratar problemas internos de la rodilla, como desgarros de meniscos o lesiones de ligamentos. Se realiza a través de pequeñas incisiones y tiene una recuperación rápida.
La prótesis de rodilla, por otro lado, es un procedimiento en el que se reemplaza total o parcialmente la articulación de la rodilla dañada por una prótesis. Es una cirugía mayor que se recomienda cuando el desgaste articular es severo, como en casos avanzados de artrosis.
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